Historia del siglo XX - Eric J. Hobsbawm
Historia del siglo XX es la visión personal del eminente historiador Eric Hobsbawm del siglo XX. Notable en su alcance e impresionante en su profundidad de conocimiento, este libro inmensamente gratificante repasa la naturaleza singularmente destructiva y creativa del atribulado siglo XX y hace predicciones desafiantes para el futuro.
Al dividir el siglo en la Era de las Catástrofes de 1914-1950, la Edad de Oro de 1950-1973 y el Derrumbamiento de 1973-1991, Hobsbawm reúne una amplia gama de datos en un volumen de inclusividad, vitalidad y conocimiento incomparables, una obra que se ubica con sus clásicos La Era del Imperio y La Era de la Revolución.
En el corto siglo entre 1914 y 1991, el mundo se ha visto convulsionado por dos guerras globales que arrasaron con millones de vidas y sistemas enteros de gobierno. El comunismo se convirtió en una fe mesiánica y luego colapsó ignominiosamente. Los campesinos se convirtieron en habitantes de la ciudad, las amas de casa en trabajadoras y, cada vez más, en líderes. Las poblaciones se alfabetizaron incluso cuando las nuevas tecnologías amenazaban con hacer obsoleta la impresión. Y las fuerzas impulsoras de la historia pasaron de Europa a sus antiguas colonias.
Al dividir el siglo en la Era de las Catástrofes de 1914-1950, la Edad de Oro de 1950-1973 y el Derrumbamiento de 1973-1991, Hobsbawm reúne una amplia gama de datos en un volumen de inclusividad, vitalidad y conocimiento incomparables, una obra que se ubica con sus clásicos La Era del Imperio y La Era de la Revolución.
En el corto siglo entre 1914 y 1991, el mundo se ha visto convulsionado por dos guerras globales que arrasaron con millones de vidas y sistemas enteros de gobierno. El comunismo se convirtió en una fe mesiánica y luego colapsó ignominiosamente. Los campesinos se convirtieron en habitantes de la ciudad, las amas de casa en trabajadoras y, cada vez más, en líderes. Las poblaciones se alfabetizaron incluso cuando las nuevas tecnologías amenazaban con hacer obsoleta la impresión. Y las fuerzas impulsoras de la historia pasaron de Europa a sus antiguas colonias.
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